Probando instrumentos para medir la creatividad y la capacidad innovadora

Gracias a la invitación del D-lab este año colaboramos en las pruebas de una herramienta que se esta reconfigurando para medir la creatividad y la capacidad innovativa. El reto era muy concreto, probar una herramienta diseñada para medir estas capacidades con colectivos rurales e individuos con los que hemos colaborado en el pasado, y a los que distinguimos por su capacidad creativa para sugerir mejoras. Finalmente el D-lab quiere tener insumos para las adaptaciones necesarias para poder medir esta capacidades en entornos rurales.

 

Con esta objetivo en mente aplicamos el instrumento en conjunto a socios comunitarios ubicados en la ruralidad de la sabana cundinamarquesa, en Guasca, Fusagasugá, Silvania, Tibacuy y Bogotá.  Este instrumento consistió en una serie de entretenidas actividades, desde pensar las ideas más ingeniosas, interesantes e inusuales para cambiar y mejorar un peluche con el fin que fuera más divertido para un niño; pasando por listar los usos más interesantes o inusuales que le podrían dar a una caja de cartón; hasta recapitular una de las últimas experiencias de innovación de las que fueron parte en el último año para resaltar las reflexiones, aprendizajes, y las experimentaciones futuras que trajo esta experiencia. Después de aplicar este instrumento escuchamos atentamente los comentarios de cada uno de los socios y realizamos nuestro respectivo análisis para que este  trabajo pueda alimentar esta herramienta y que pueda empezar a ser usada en nuevos contextos.

“En esta colaboración pudimos ser partícipes de una experimentación divertida, conocer otras formas de investigar, además tuvimos la excusa perfecta para recapitular sobre los aprendizajes sucedidos en algunos procesos de co-creación que desarrollamos con nuestros socios.»

Nicolás Gaitán-Albarracín, colaborador

Nuestros socios institucionales